BEYOND THE GATES 2019 (Bergen, Noruega)
Miércoles 21 a Sábado 24 de Agosto de 2019
por Jorge Patacas
Beyond The Gates (previamente Hole in the Sky) es uno de esos festivales que siempre ofrecen un lineup interesante, especialmente para quienes gustan de la variante más oscura dentro del amplio abanico de subgéneros que ofrece el metal. El mismo es realizado en la generalmente lluviosa ciudad de Bergen, ubicada al oeste de Noruega, con unos paisajes que realmente lo dejan a uno sin aliento, además de contar con Bryggen, un área frente al puerto con coloridas casas que en algunos casos datan del siglo XVIII, la cual fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
El festival tuvo su comienzo el día Miércoles 21 de Agosto en un pequeño local con capacidad muy limitada llamado Hulen («La Cueva» en Noruego), el cual abrió en 1969 y está ubicado en un antiguo refugio antiaéreo. Allí tocaron Imha Tarikat, Ritual Death y los suecos Watain, frente a una audiencia que agotó las entradas y vibraron con un show que quienes estuvieron, hicieron comentarios positivos al respecto.
Rise! fue invitado a los siguientes tres días de festival, donde el recinto elegido fue USF que significa United Sardines Factories, y sí, es una fábrica de sardinas que se convirtió en un local de conciertos, el cual cuenta con dos pisos. El primero incluye el escenario, stands de merchandising y bares, mientras que en el segundo piso está el área VIP con vista perfecta al escenario y otro bar.
Además de las bandas en vivo, el festival ofrece actividades extra como listening sessions de nuevos lanzamientos tanto en la disquería/bar Apollon Records como en la Galleri Fjalar, galería de arte de Gaahl, quien nos recibió cuando asistimos a la sesión del disco «Seafarer» de Lindy-Fay Hella, conocida por su trabajo con Wardruna. El álbum que sale el 20 de Setiembre a través de Ván Records, fue producido por ella misma junto a Herbrand Larsen y contiene nueve temas muy recomendables.
Otras listening sessions fueron los nuevos discos de Solstorm, Asagraum, 1349, Darkend y Costin Chioreanu, y también hubo un panel integrado por propietarios de sellos discográficos, managers, promotores de festivales, entre otros, donde hablaron sobre el futuro de la industria musical.
La actividad en materia de shows el día Jueves comenzó a las 19 hs. con la presentación de Obliteration, quienes lanzaron su cuarto álbum de estudio, «Cenotaph Obscure», el año pasado a través de Indie Recordings. Lo de ellos va por el lado del Death Metal de la vieja escuela, mucha velocidad y agresión para comenzar la jornada.
Svartidauði (Muerte Negra en islandés) le siguió con su particular estilo de Black Metal. Se formaron en 2002, pero solo tienen dos discos larga duración, ambos con reseñas muy positivas por parte de la prensa y público. Temas de ambos trabajos sonaron esta noche, con la cruda voz de Sturla Viðar, estridentes guitarras de Þórir y G.E. y la batería de Magnús, alternando las secciones más agresivas con las partes más tranquilas casi Doom.
Behexen por su lado se despachó con seis temas a puro Black Metal demostrando que en Finlandia también hay exponentes de calidad en este género. Abrieron con «Cave of the Dark Dreams» de su más reciente trabajo «The Poisonous Path» (2016) y continuaron con un recorrido por sus producciones previas mediante «Wrathful Dragon Hau-Hra», «By the Blessing of Satan», «Mouth of Leviathan», «My Soul For His Glory» y «Death’s Black Light».
Una buena dosis del Black Metal más visceral llegó de la mano de Marduk, quienes sin piedad dispararon bombazos como «Panzer Division Marduk», «Baptism By Fire», «Werwolf» y «Throne of Rats» devastando todo a su paso. Sin mayores sorpresas, pero cumpliendo las expectativas, los suecos tuvieron una performance sólida que deja en claro el por qué alcanzaron el status que tienen hoy en día en la escena.
Decisión acertada de los organizadores haber elegido a Mayhem para cerrar la noche. Ver a esta legendaria banda en su país de origen siempre tiene una mística especial, incluso cuando no es la primera vez que esto sucede. A pocos días de lanzar su nuevo trabajo «Daemon» a través de su nuevo sello Century Media, el quinteto decidió dividir su set en tres partes. Uno con temas del «Grand Declaration of War» y «Chimera», otro con parte de su clásico «De Mysteriis Dom Sathanas» en su 25 Aniversario, y el tercero con temas mayormente del «Deathcrush», cada uno de ellos con vestuario y juego de luces adaptado a cada una de las etapas, por eso se predominaron los colores azul, violeta y rojo respectivamente en cada parte. «Freezing Moon», «De Mysteriis Dom Sathanas» y «Deathcrush» fueron algunos de los puntos más altos de su presentación.
La legendaria banda griega Varathron fue la encargada de abrir la noche el día Viernes. Más allá de algunos problemas técnicos en dos ocasiones, dejaron todo sobre el escenario con su formula basada en el Black Metal y una excelente respuesta por parte de la multitud, que al principio se mostró algo tímida, pero terminaron coreando el nombre de la banda, algo que sucedió en contadas ocasiones durante el festival.
A continuación era turno de Horisont, quienes llamaban la atención en la grilla, ya que no tienen relación alguna con el metal más extremo como el resto. Hemos visto casos así anteriormente en otros festivales, pero siempre termina rindiendo porque atrae fans que quieren ver algo diferente también. Y esto quedó demostrado al ver a un sector del público disfrutando de un show lleno de guiños al Hard Rock de los 70’s, tanto musical como estéticamente.
Poco rato después, las luces en el escenario se atenuaron y un enmascarado Hellhammer apareció para ubicarse detrás de los parches, seguido por los guitarristas Sverd y Knut Magne Valle, el bajista Skoll y el gran vocalista ICS Vortex, quien también es parte de Borknagar, con su rostro cubierto y utilizando una capa con capucha. Si bien no hubo interacción con el público, la banda nos regaló un set repleto de gemas de la vieja escuela como «Wintry Grey», «Master of Disguise» o la muy celebrada «The Chaos Path», uno de los puntos más altos del show.
Ya había visto a Emperor nada más ni nada menos que en Wacken Open Air, pero era la primera vez que los iba a ver en una atmósfera más íntima en un lugar cerrado y nada menos que en Bergen, donde hacía 22 (!) años que no tocaban! La expectativa general era alta y el entusiasmo estaba muy presente, y por supuesto no defraudaron. Con un escenario que incluía el logo de la banda y donde claramente el color verde dominaba la escena, Ihsahn (voz/guitarra), Samoth (guitarra), Tony Secthdamon (bajo) y Trym Torson (batería) conquistaron el Beyond the Gates con un sonido brillante que permitió disfrutar el clásico «Anthems to the Welkin at Dusk» en su totalidad, el cual incluye clasicos inolvidables como «Ye Entrancemperium», «Thus Spake the Nightspirit», «The Loss and Curse of Reverence» y «With Strength I Burn», además de algunas gemas del «In the Nightside Eclipse» (1994) como «The Majesty of the Night Sky», «I Am the Black Wizards» e «Inno A Satana», esta última cantada a todo pulmón. Como dato anecdótico, ambos discos fueron grabados en Grieghallen, el estudio ubicado en el centro de la ciudad.
Después del majestuoso show brindado por Emperor, todavía faltaba más, y es que Primordial desde Irlanda, se encargarian de cerrar la jornada del viernes. De la mano de su frontman A.A. Nemtheaga, la banda logró meterse en el bolsillo a quienes aún se mantenían en pie al firme frente al escenario, logrando puntos altos en «As Rome Burns» y sobre todo con el cierre que llegó con «Empire Falls».
A pesar de que Necros Christos significa «Cristo Muerto» en griego, la banda es originaria de Berlin, Alemania, y su nombre viene sonando en la escena desde principios de la década pasada, habiendo editado tres álbumes hasta la fecha. Su música está claramente influenciada por el Death y el Doom Metal con algunos toques de Black, y parecía ser la fusión ideal para dar comienzo a la última noche del Beyond the Gates.
Los siguientes en escena fueron Lucifer, quienes cuentan con dos discos en su haber. Entre sus filas aparece el genio de Nicke Andersson que luego de toda una carrera con leyendas como Entombed o The Hellacopters, ya no necesita presentación y por supuesto estuvo acorde a las expectativas, demostrando una vez más su maestría en la batería. Su esposa Johanna Sadonis es una frontwoman con gran carisma, moviéndose por el escenario, disfrutando el momento e impactando con su gran voz, una de las mejores de la nueva camada de bandas de Occult Rock surgidas en estos últimos años. El resto de la formación, compuesta por Robin Tidebrink y Martin Nordin en guitarras y Alexander Mayr en bajo, cumple perfectamente su rol en cada instrumento, y juntos dan vida a un excelente show de rock que incluyó temazos como «Phoenix», «California Son», «Dreamer», «Abracadabra», «Faux Pharaoh» y «Eyes in the Sky»; curiosamente no tocaron la ganchera «Izrael» que fue el corte de difusión con el que se dieron a conocer hace ya cuatro años. «Satanic Pop… Abba before Abbath», así describió la banda Johanna desde el escenario en tono de broma, pero lo cierto es que si te gustan los riffs setenteros a lo Sabbath y una voz de la escuela Jinx Dawson de Coven, esta será tu nueva banda favorita.
Ver en vivo a una banda como los norteamericanos Midnight es siempre una grata experiencia. El trío enmascarado lleva sus influencias de Motorhead y Venom a nuevos territorios de velocidad y despliegue de energía difíciles de igualar por otras bandas de la actualidad. Esto les ha dado una muy buena reputación en la escena y siempre son bien recibidos en territorio europeo gracias a temas arrolladores como «Satanic Royalty» y «You Can’t Stop Steel». En cualquier parte del mundo que te encuentres, si tenés la oportunidad de verlos en vivo, hacelo que no te vas a arrepentir.
Luego de la velocidad bombástica de Midnight, era turno del Doom épico, denso y pesado de los legendarios suecos Candlemass, quienes en 2018 reclutaron nuevamente a Johan Längquist, quien cantara en el clásico álbum debut «Epicus Doomicus Metallicus». Para muchos esa noche sería la primera oportunidad de verlos en vivo junto al mismo. Y vaya si cumplió! Una maravilla verlo cantar glorias como «Mirror Mirror», «Bewitched» y la inolvidable «Solitude» con un sonido impecable. La banda conectó con una multitud que hasta le cantó el feliz cumpleaños al guitarrista Lars «Lasse» Johansson, mientras recibía una torta y bromeaban con su edad.
Luego de la legendaria banda de Doom, era turno de Abbath quien junto a su banda solista compuesta por Ole André Farstad en guitarra, Mia Wallace en bajo y Ukri Suvilehto en batería, se encargaron del cierre de la jornada y del festival. Presentando su nuevo disco «Outstrider» y temas de su primer trabajo homónimo, además de algo de su banda I, aquella que editó el disco «Beyond Two Worlds» en 2006. Su performance tuvo todo lo que uno espera: Black Metal, riffs cargados de maldad por doquier, humor, y un final brillante con el mismo vocalista/guitarrista levantando un hacha como las que acostumbramos a ver en sus fotos promocionales.
De esta manera concluyó una nueva edición de un festival que ya es tradición para Bergen y para noruegos del resto del país y visitantes internacionales que llegan cada año de todas partes del mundo; incluso músicos que no tocaban en el festival asistieron como público, tal como fue el caso de Eric Peterson (Testament), Calvin Robertshaw (ex My Dying Bride), y los locales Jørn Tunsberg (Hades Almighty) y Gaahl (Gaahls Wyrd, ex Gorgoroth).
Tanto la producción como los voluntarios realizaron un trabajo formidable con mucho profesionalismo, brindando la información solicitada, respetando los horarios inicialmente anunciados, y todo lo necesario para que un evento de estas caracteristicas salga bien, por lo que el público se retiró ampliamente satisfecho. Esperamos poder estar de nuevo el próximo año y si también tenés la oportunidad de ir, no lo dudes!